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La reciente publicación de la interesantísima biografía del gallego Adolfo Fernández y su periplo en la Segunda Guerra Mundial (SGM) tras un exhaustivo trabajo de investigación al que ya nos tiene acostumbrados nuestro amigo Óscar Galansky en TropaGuripa —que sigue la tónica de los dedicados a Manuel Otero y a Andrés Pereiro, que beben de fuentes familiares y se introducen en la microhistoria de una generación de emigrantes a los que empezamos a poner nombre ahora- nos ha permitido constatar algunos detalles que nos parece interesante destacar a modo de aporte sobre el periplo de este veterano. En las fotos que nos muestran de Adolfo en el vídeo, tomadas en el periodo inmediatamente posterior a la SGM, puede observarse que lleva prendido en su pecho la “Combat Infantryman Badge” —que podemos traducir como insignia de soldado de infantería de combate-, la cual se entregaba a todos aquellos que podían acreditar haber luchado como soldados mientras estaban asignados a una unidad de infantería o de las fuerzas especiales a partir del 6 de diciembre de 1941. Pero en el caso de Adolfo la extrañeza surge al saber que su cometido (vital por otra parte) en la campaña del final de la guerra en Europa se ceñía a las tareas de descarga de los barcos que traían los suministros para sostener a las tropas desplegadas en el frente, un frente que en apenas tres meses se estiraría hasta llegar a la frontera alemana. Y así llegó el mes de diciembre de 1944, un tiempo en el que la unidad de Adolfo, el 517th Port Battalion (517º Batallón Portuario), había permanecido en retaguardia tras haber pasado por Normandía, cuya misión fue de gran importancia en la cabeza de playa, y ser trasladada después a Amberes, sin que ello significase que sus hombres fuesen ajenos a los peligros de los bombardeos alemanes, ya que nuestro protagonista fue herido dos veces, como bien nos indica Óscar en “Tropa Guripa”. La incógnita estriba en saber como pudo haber ganado la preciada insignia.

 Tras haber visto con atención el interesante vídeo, en un principio creímos que pudo obtenerla en “Omaha Beach”, el mismo Día D, cuando la enorme cantidad de bajas que sufrieron las unidades que participaron en las primeras oleadas del desembarco requirió de la participación en tareas de combate de todos los hombres disponibles en la playa, incluidos aquellos que tenían asignadas tareas diferentes, como en el personaje del 104º Batallón Médico de “Saving private Ryan” (Steven Spielberg, 1998), a quien el capitán Miller le indica que tire al suelo su máquina de escribir y coja un arma. Pero al estudiar el historial del 517º Batallón Portuario, esta hipótesis nos parece poco probable, ya que en principio no desembarcaron hasta dos días después, cuando los soldados estadounidenses, tras abortar los contraataques alemanes, lograron asegurar la cabeza de playa al tomar los puntos de apoyo enemigos hasta Osmanville. Por lo tanto, la siguiente posibilidad es que la hubiese ganado en diciembre de 1944 durante la batalla de las Ardenas, también conocida como Battle of Bulge o “joroba” (en alusión al saliente que las tropas alemanas crearon al penetrar en las líneas estadounidenses), en un momento en que los portuarios, al igual que otras tropas de segunda línea, fueron requeridos por el Estado Mayor del US Army para acudir a sostener el frente cuando los alemanes amenazaban precisamente el vital puerto de Amberes. Se trataba de un momento crítico de la guerra y haciendo unas búsquedas en internet es posible encontrar referencias de la presencia de personal voluntario en tareas de combate de los batallones portuarios 490º y 518º. Se trata de historias poco tratadas por la historiografía a excepción del libro de Andrew Brozyna Longshore soldiers: Life in a WW2 Port Battalion.

Y es que el caso de Adolfo, que tenía sobrada formación en el manejo de armas, nos recordaba mucho al de Frank Muguira, un vasco de Nevada que estaba en Cherburgo con el 398º Regimiento de Ingenieros, una unidad dedicada a tareas de reconstrucción de infraestructuras portuarias —y por tanto muy alejada del frente y pobremente armada-, cuyos componentes se vieron obligados a acudir al combate el 22 de diciembre de 1944 a defender la línea del río Mosela en la localidad luxemburguesa de Moutfort formando parte de la llamada “Task Force Reed”. Es importante destacar que los ingenieros fueron al frente armados con fusiles “Springfield” M1903 y unas pocas ametralladoras y “Bazookas” que pudieron extraer de los depósitos de Cherburgo y que estuvieron desplegados un total de 31 días, durante los cuales permanecieron bajo constante fuego de la artillería alemana y sufrieron sus primeras bajas en acción de guerra, principalmente durante misiones de patrulla. Esta hipótesis, a la espera de que surja alguna memoria o testimonio que ahonde en la presencia de portuarios del 517º en operaciones de combate, nos parece ahora la más plausible. Finalmente, desde la Asociación Sancho de Beurko no nos queda sino felicitar a Óscar por su extraordinario trabajo de memoria.

 Vídeo de Tropa Guripa sobre Adolfo Fernández: https://www.youtube.com/watch?v=0iOezpBphSE

 Fotografías

  1. Adolfo Fernández posando de uniforme en la inmediata posguerra. En un círculo puede verse la Combat Infantryman Badge (Tropa Guripa).
  2. Combat Infantryman Badge
  3. Portada del libro de Andrew Brozyna Longshore soldiers: Life in a WW2 Port Battalion.
  4. Imagen del 398º Regimiento de Ingenieros durante su periplo en el frente del Mosela durante una teórica de manejo de ametralladora de calibre 30 (https://digicom.bpl.lib.me.us/ww_reg_his/37/).
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